Todo lo que sentía por ti me lo arranqué del pecho, lo arrugué fuerte y lo amalgamé hasta formar una bola compacta.
Distante observo a esa esfera perversa querer cobrar vida nuevamente. Intenta acercarse a mi oído para susurrarme cantos de sirenas y hechizarme con latidos y bosques de pinos…
Pero yo sé que es una celada de ese ovillo fatal, para incrustarse en mi pensamiento como hierro para marcar reses.
La bola me asecha, espera paciente un momento de debilidad para asaltarme, enquistarse y crecer a paso de tumor maligno.
Lágrimas bajan por mi cara.
Tomo la bola entre mis manos, le hundo mi dedo índice y la sumerjo en tinta roja.
La coloco sobre mi nariz…
En el espejo veo un payaso.
No lo he entendido demasiado pero es un texto musical...
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Gracias por leer-me Sr. Gili… No importa que no lo entendiese, sólo con el hecho de que le pareciese musical, me sacó Ud. una sonrisa… y eso salvó mi día
ResponderEliminarLa frase de comienzo, es maravillosa! Wow, es visual! Que bueno que vuelves a escribir! Un abrazo
ResponderEliminarEstá muy bueno, Julieta.
ResponderEliminarpareciera el padecimiento que toda persona alberga y que al transformarse en otro logra hacer sucumbir por momentos...este podria muy bien ser el credo de todos los artistas, tomando al payaso como al ser que detras de la nariz desorbitada y colorida, apacigua su malestar...me gusta
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