Silencio que vives en la boca que quiero,
silencio que grita, silencio que habita un minuto eterno.
A ti te imploro, no te deleites en mis tormentos.
Silencio estrépito vuélvete mudo, trae palabras que junto al viento,
sequen mis lágrimas con la corriente de mil y un versos.
Silencio cruel, engendro aberrado de su derecho,
mi corazón atacas desde parajes planos y opuestos,
balas perdidas, vuelos violentos, zamuros negros,
que ahíncan garras en un despojo ya casi muerto.
Silencio salvaje, agonizantes yacen mis restos.
Silencio hambriento, busca otros votos, busca otros fieles, busca otros puertos.
Viola otra boca, vete al exilio, soy mártir yerto.
Silencio absurdo, disparatado, hazte bien lejos.
Salta al vacío deja sus labios, silencio frío.
Cuando
te vayas, saldrán las hojas, y las
palabras, y los latidos
Vuelvan frondosas las letras verdes como los pinos.
Julieta... me encantó!
ResponderEliminarEs lo más hermoso que te he leído. ¡Bravo por ti poetisa! Me gusta el ritmo, bien logradas las metáforas, las antítesis; haz usado muchas figuras retóricas de excelente manera. Te felicito de verdad. Un abrazo Juliette
ResponderEliminarUno se puede volver adicto fácilmente a encontrarse con estos halagos! Gracias a Uds. por leer. Besos
ResponderEliminarExcelente...
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Simplemente, suave y perfectamente hilado!!!
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