viernes, 23 de abril de 2010

De la vida…


Al salir de la sala de cine vimos que la mayoría de los comercios estaban cerrados, dimos varias vueltas antes de encontrar el último baño abierto.

- Ya vengo, espérenme aquí- les dije a mi hijo y a mi esposo.

Había cola… ¿Cuándo no? Murphy trabaja 24/7 los 365 días del año. De repente recibí un empujón y al voltear molesta y dispuestísima a reclamar por el grosero trato, me di cuenta que se trataba de un señor que, muy apurado, le abría paso a su hija, quien evidentemente se encontraba en aprietos y punto de perder el control de sus esfínteres…

Ella estaba sola, parada en medio del charco, paralizada, con mirada gacha y llena susto, los brazos abiertos y sin saber qué hacer. Media docena de mujeres en la fila la miraban con lástima de arriba abajo pero nadie hacía nada…

- Ven mi amor, no te asustes, es sólo un accidente- Le dije al tomarla de la mano. Arranqué algo de papel secante del dispensador y se lo ofrecí.
- Vamos a lavarnos las manos…. ¿Tu papá está afuera?- Asintió

…..En vano traté con todas mis fuerzas de contener el llanto y de vencer la tremenda opresión que me encogía el alma…. ¡maldito cromosoma extra en el par 21!

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