domingo, 9 de mayo de 2010

Fragmentos de mi cuento - Con tacones desde Apure.

Del Estado Apure solo conocía el nombre de su capital: San Fernando. Ni siquiera estaba segura de si era famoso por los llanos, los ríos o los poetas. Pero eso no importaba. Cuando la seleccionaron para representar a esa región en el concurso nacional, asumió que todas las chicas eran originarias de los lugares que llevaban en la banda. Después se enteraría de que casi ninguna lo era. Era un disfraz geográfico, una cáscara regional para lucir diversidad en el escenario.

Aun así, se lo tomó en serio.

Acudió al oráculo familiar: su tío. No era un simple lector empedernido; era una biblioteca con corazón. Las demás tenían enciclopedias, ella tenía a su tío: un sabio de voz lenta, manos grandes y una memoria capaz de recitar discursos de Bolívar mientras pelaba una mandarina.

—Necesito parecer de Apure —le dijo sin preámbulos.

Él sonrió, como si ya supiera de antemano que Apure no se lleva en la cédula, sino en el alma.

Le preparó una guía tan completa que parecía más una novela de aventuras que un compendio de datos. Había fechas, claro, pero también cantos de ordeño, relatos de crecidas, historias de llaneros con alma de coplero y mujeres que parían con las manos en el pilón.

Ella lo estudió todo, como si prepararse para un certamen fuera lo mismo que prepararse para una batalla.

Lo que no sabía aún era que poco importaría si conocía o no la historia geopolítica del estado. Su verdadero aprendizaje estaba por venir. En esos tres meses, entre espejos crueles, luces blancas y exigencias absurdas, aprendería el valor de disfrutar del viaje, aunque cada paso doliera como una punzada.

Al principio quiso huir.

En su afán de alcanzar el nivel de sus compañeras —muchas de ellas ya pulidas tras casi un año de ensayos—, se agotaba. A menudo terminaba hecha un ovillo en una esquina del salón, llorando de frustración, con los pies hinchados y el alma achicada.

—Si quieres brillar, tienes que pulirte, y el brillo duele —le dijo un día la profesora de pasarela, sin mirar atrás.

Los tacones eran una tortura. Caminaba como si tuviera clavos en las plantas de los pies. Debía llevarlos puestos siempre: en los ensayos, en las entrevistas, incluso al salir por un café. Solo se los permitían quitar para dormir o ducharse. Al cuarto día, ya no sentía los dedos. Al décimo, soñaba que sus pies se doblaban hacia adentro, como los de aquellas mujeres chinas de los pies vendados.

—¡No pongas esa cara de martirio, chica! —reía la instructora—. Te juro que terminarás por acostumbrarte.

Y lo hizo.

Una noche cualquiera, sin darse cuenta, cruzó el salón entera, erguida, elegante, sin tambalearse. Era como si sus huesos hubieran aprendido el equilibrio de la vanidad.

Fue entonces cuando entendió que no se trataba de representar a Apure, ni de encajar en un molde. El verdadero concurso no estaba en el escenario, sino en resistir la metamorfosis sin perderse a sí misma. Aprendió a mirar a sus compañeras sin compararse. A saberse distinta. A que cada ampolla tenía su mérito.

Un día antes de la gala, le entregaron su banda.

"Apure", decía en letras bordadas.

Sonrió. Ya no le parecía un disfraz.

Ese nombre, ajeno al principio, ahora le pertenecía. Porque se lo había ganado con cada paso doloroso, con cada lágrima seca, con cada respuesta memorizada entre sesiones de maquillaje y ansiedad.

La niña que había llegado con los pies descalzos del conocimiento, se había convertido en una mujer que caminaba —con tacones y todo— sobre sus propios logros.

Versión original 10 de mayo de 2010
Versión revisada 27 de julio 2025

3 comentarios:

  1. La protagonista es modelo, o incuersiono en un mundo similar. la protagonista es bella. Y escribe bien. Creo que cada quien tiene un estilo, eso es inevitable. Te gusta, por ejemplo Bryce Echenique?, el escribe de una forma muy particular, como ideas que van saliendo en chorro, y les imprime mucho sentido del humor. Gracía Márquez, tiene su sello. Ahorita leo a Haruki Murakami, y me encanta. Son historias simples, pero tan inolvidables. Tu´músculo adquiere rápidamente masa, definición, volumen. Saludos

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  2. De Bryce Echenique leí La vida exagerada de Martín Romaña y me encantó... de Murakami, Sputnik mi amor... me llenaron de felicidad

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  3. Julieta! Fuiste Miss Apure! Què sorpresa, què valiente niña!

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