jueves, 6 de mayo de 2010

Algunas de mis particulares manías o inventario de rarezas.

Siempre pido lo mismo cuando vuelvo a un restaurante. Podrían tener el mejor plato del mundo en la página siguiente del menú, pero no me atrevo. Ya me enamoré de uno, ¿para qué coquetear con los demás?

Detesto beber agua. La encuentro tan poco interesante… como si mi lengua exigiera algo con personalidad.

No le quito las etiquetas a la ropa nueva hasta estrenarla. Me gusta sentir que, mientras cuelga en el clóset, sigue siendo promesa. Me resisto a convertirla en pasado tan pronto.

Aunque se caiga el mundo, nunca me acuesto sin desmaquillarme. Mi apocalipsis puede esperar, pero mi cutis no.

Leo revistas y periódicos desde la última página. Me gusta ir de atrás hacia adelante, como quien escarba buscando lo esencial al final del túnel. En la vida, sin embargo, me cuesta retroceder.

En baños públicos, bajo la cadena con el pie. Es una gimnasia de supervivencia. Y sí, soy de las que carga antibacterial como si fuera una cruz sagrada.

Amo comer en la cama. Es mi ritual de ternura egoísta, donde conviven las migas y los pensamientos sueltos.

Me sudan las palmas. Por eso me dan vergüenza los saludos formales. Siempre tengo la sensación de que al apretar una mano, alguien descubrirá algo de mí.

Digo groserías. Muchas. Con una elegancia que descoloca. Las uso como adorno, no como ofensa.

No me combino la cartera con los zapatos porque soy floja. Mudar el contenido es una operación que requiere una concentración digna del G7.

Abuso de los puntos suspensivos… Como si dejara siempre una puerta entornada… por si acaso.

Llego de primera a todas mis citas. No es puntualidad, es miedo a no llegar. La ansiedad no sabe medir el tiempo, solo correrle por delante.

Amo los zapatos de goma. Si fuera por mí, aboliría los tacones y los convertiría en mitos. El Olimpo puede quedarse con sus diosas de vértigo. Yo prefiero tocar el suelo sin culpa.


Dicen que lo que uno cuenta de sí mismo no siempre es lo más importante. Que lo esencial se esconde en lo que no decimos.
Pero este inventario de rarezas me ha servido como mapa.
Porque en la suma de estos detalles, con todo su absurdo, me reconozco.
Y ahora que he vaciado un poco de mí, solo tengo una curiosidad:

¿Tú? ¿Con qué rituales extraños vives en secreto?

6 comentarios:

  1. Pareces maracucha Julieta, jaja, Es broma. Eh, dicen por ahí que acostarse con el maquillaje, marchita la piel. Saludos desde la cuna d ela revolución, aahhggggg (me dieron arcadas, pero aqui vivo, qué se hace)

    ResponderEliminar
  2. Mis manias . . . me gusta una taza de café "guayoyo" al levantarme, me encanta leer hasta lo que nadie lee de los instructivos de cualquier aparato, siempre me pongo zarcillos y perfume, si salgo sin ellos estoy como incompleta, llamo a mi mamá un segundito antes de que el avión despegue, tener los zapatos limpios, cargar siempre una libreta para escribir ideas . . . esas son algunas de mis manías!
    Me encantó tu post! al igual que los fragmentos de tu cuento, no sé si son uno, dos tres . . .
    cariños!

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. ... de manías varias, aquí te van unas: En el orden culinario, mis cuchillos, sartenes y ollas solo las uso yo!, en el restaurante nunca pido el plato de la casa o del día, siempre pienso que es recalentado!, no bebo ningún refresco, los domingos sopa e'sobre. En la vestimenta, nunca me pongo ropa planchada, lo primero que meto en una maleta son 10 franelas blancas de algodón 100%, soy del trópico, puedo pasar el resto de la vida en bermudas, no me uso ropa con una marca o logo gigante. Un libro como el sexo que sea bueno desde la primera pagina, sino me duermo!, una vez al año me raspo el coco (acá solo en verano, en invierno ni de vai..), no entro a ningún tipo de templo, iglesia o recinto religioso, intento evitar las muletillas y/o formas de moda, cuando mi equipo va perdiendo apago la TV (soy mal perdedor), el desktop de la computadora tiene que estar absolutamente limpio, pulcro y organizado. Siempre utilizo un camino para la ida y otro para la vuelta! ... y que ese músculo siga el GYM! (abuso de los símbolos de exclamación)

    ResponderEliminar
  5. Maiskell y Guari: me encanta saber de Ustedes!!!

    ResponderEliminar
  6. Es como definirse. Por sus manias los conoceréis. Tengo unas cuantas comunes, como en los baños públicos bajar la cadena con el pie. Leer el periódico desde la última página. Eh, invoco a mi angel cuando salgo a viajar o a dormir, y le pido que invoque a los de las personas que quiero. Le quito las semillas (pepitas) que tienen los plátanos maduros o verdes. Soy rutinario para ir y venir al trabajo. Los lunes (siempre), voy de flux a la oficina. Cuando viajo tengo que ir a un hard rock cafe y comprarme una franela. Me encantaba enamorarme para poder escribir poemas (pero es un método literario muuuy sufrido). Las montañas me sensibilizan. Soy tímido sólo al principio. El primer café del dia es negro. Tomo licor sólo hasta que me pongo happy. Uso un perfume para el dia y otro para la noche. Los dias 15 no me gusta cerrar tratos donde vaya a haber dinero. Definitivamente no paso por debajo de una escalera. Si voy en carro y un gato negro va a cruzar la calle, me adelanto y paso primero. ah, nunca he matado un animal andando en la carretera, los he esquivado hasta casi voltearme. Evito tener siestas de mas de 20 minutos, porque me levanto de mal genio...hasta aqui, porque me voy a sorprender lo maniático que soy. See you.

    ResponderEliminar